martes, 15 de octubre de 2013

Heidelberg

No tengas miedo, yo estaré a tu lado...
I <3

Heidelberg ya está aquí. Una ciudad universitaria, pequeña y coqueta. Muy del estilo de mi querida Cambridge. 

¿No es preciosa? :)

Después de 10 días aquí, pues qué voy a decir. Esto me encanta, una ciudad muy bonita, y he conocido mucha gente de todas partes! Estoy disfrutando muchísimo y viendo cosas nuevas (con lo que a mí me gusta!!)

El sábado estuve en el Castillo de Heidelberg y tiene mucho encanto, está ubicado en medio de un paisaje muy colorido por el Otoño y, de hecho, dicen que es más bonito ahora que está medio derruido! jajaja
Al día siguiente, el domingo, estuve en el Oktoberfest de Stuttgart! Fue una experiencia divertida que compartí con Chika (de Japón) y Gabi (de Kazajistán).
 La Torre del Castillo
Las vistas de Heidelberg desde el Castillo
 Con Gabi y Chika
No, no me bebí la jarra! Es para que veáis el tamaño mínimo que se servía... jajajaj

La experiencia está siendo fantástica, y no sólo porque tengo a mi lado día a día a una persona a la que quiero un montón, sino porque aunque esté lejos y eche de menos a mi familia, amigos y a él, consigue que me sienta cerca de casa, haciéndome sentir muy especial, día tras día...

¡Ya falta menos para que comiencen las visitas! ¡Lo estoy deseando!


lunes, 10 de junio de 2013

Piensa, cree, sueña y atrevéte

Para alcanzar la grandeza se debe vivir como si nunca fueras a morir
François de La Rochefoucauld

Éste es mi momento. Aquí y ahora, volar, reír, saltar, hablar, gritar, cantar, bailar... y sonreír, siempre sonreír. 

Me encantan esos días en los que miras hacia atrás y piensas: ¡J****, pero qué bien estoy ahora! Jajajaja Sé que suena raro, pero cuando llevas tantos años en una misma dinámica, y de repente despiertas, te das cuenta de que has estado encerrada en una burbuja que te asfixiaba, y al fin, respiras. ¡Qué aire más puro, limpio y feliz! 

Siempre me han dicho que soy un culo mal asiento, pues bien, efectivamente ¡tienen razón! ¿Por qué digo esto? Bueno pues para que sepáis que mi próximo destino es Alemania :) Mi afición entre aficiones siempre ha sido viajar, y aquellos que me conocéis lo sabéis muy bien, y ¿cuál es la mejor forma de conocer mundo? ¡Con aventuras y sin miedo!  

En fin, las oportunidades siempre llegan, y ahora toca centrarse en el presente y en prepararse para lo que el futuro nos depara, que para aquél que pacientemente espera, la recompensa es de la buena! :)

sábado, 25 de mayo de 2013

Alles Gute zum Geburtstag!

Vivir sin amigos no es vivir
Cicerón

Hoy, 25 de mayo de 2013, es el cumpleaños de mi pendona, mi rubia, mi amiga, mi compañera, mi hermana...

¡Felicidades!

Porque hace tanto tiempo que nos conocemos, que ni lo recuerdo. ¿Cuántos? ¿15, 16, 17 años? ¡Quién lo diría! ¡Cuántos momentos hemos vivido juntas! Risas, lloros, bailes, enfados, amores y desamores... 

Por todas esas noches de chicas que aún hacemos, esos recreos supercortos en el cole, por esos bailes,   esos momentos surrealistas, esos días de compras, días de spa, esos paseos por la playa, esos baños de madrugada en la piscina, esa visita a Alemania (cuántas cosas nos pasaron en ese viaje!), visitas sorpresa a Albacete y por todos esos viajes que aún nos quedan por hacer! Por esos "¡date prisa lentorra!" y tus: "¡Ay! Ya voooy!" 

Hemos estado juntas tantos años, y siempre hemos estado ahí, la una para la otra. Nos hemos pasado mucho tiempo sin hablar la una con la otra, pero es estar juntas, y como si nada hubiera pasado. Porque ésa es la verdadera amistad, la que se mantiene fuerte ante las adversidades y se adapta a los cambios... Como la nuestra :)


Esos primeros momentos vividos, esas primeras historias, esos veranos, inviernos, otoños y primaveras... Porque no somos amigas, somos hermanas. Y por eso y mucho más, eres una persona muy especial en mi vida, y lo sabes. Te quiero pendona :)


martes, 14 de mayo de 2013

El poder de una canción


No construyas puentes a quien los destruye. 
Ayuda a quien los construye.

¿Conocéis el poder de una canción? 
¿No os ha pasado nunca que según la canción que estáis escuchando vuestro estado de ánimo cambia?  

Las canciones nos transportan a lo que hemos vivido. Ya sea porque los relacionamos con lugares, personas  y/o momentos... muchas veces también nos sentimos identificados con las letras de las canciones. 

Cuando algo cambia en tu vida, siempre hay una canción de fondo, o una película. 

Una canción alegre, que te transmita ese sentimiento de "todo saldrá bien", tener a alguien cerca que te dé un abrazo cuando más lo necesitas. Gritar, reir, llorar... 

Sabéis eso de que cuando tienes dudas lanza una moneda al aire, no sólo porque por fuerza te saca de dudas, sino porque en ese breve momento en que la moneda está en el aire... de repente sabes qué cara quieres que salga...

Huir no es la solución, 
pues lo único que haces es correr en la otra dirección.

lunes, 29 de abril de 2013

86.400 segundos para cambiar tu vida


Cada segundo cuenta, aprovéchalo.


Después del fantástico fin de semana, toca volver a la rutina :) 

He decidido escribir esta entrada porque he visto un vídeo que me ha encantado, 86.400 segundos para cambiar tu vida. 

El vídeo ha llegado a mí a través de Facebook, pero la fuente principal es la página web de http://www.recursosdeautoayuda.com/, no os penséis nada raro, la verdad es que tiene cosas interesantes, jajajaja. 

Dentro del vídeo se incluye esta descripción de la cual me gustaría resaltar la última frase: Nuestro día se compone de 86400 segundos. Cada segundo está formado por situaciones ante las cuales tenemos  que tomar una decisión. El tomar una u otra decisión te puede cambiar la vida.

En el vídeo toma como ejemplo el de una pareja, aunque la esencia se puede trasladar prácticamente a todos los aspectos de nuestra vida diaria, porque... ¿y si no aprovechamos las oportunidades que nos brinda la vida y con el tiempo nos arrepentimos? Ya sea un trabajo, una relación o simplemente enmendar un error... 

Antes de decidir, tenemos que preguntarnos ¿Y por qué no? Todo en esta vida pasa, el truco está en no tener que arrepentirnos de lo que no hicimos :)


Bueno, ahí os dejo el vídeo! Espero que os guste!

miércoles, 24 de abril de 2013

El Maestro del Prado

No sabía qué ponerme, así que me puse feliz :)

Después de esta dosis de positivismo, voy a comenzar a escribir una pequeña reseña sobre el libro de El Maestro del Prado, de Javier Sierra.

Tengo que decir que cuando me propuse leer este libro me esperaba otra cosa, una historia basada en los cuadros y una explicación detallada de cada uno de ellos, pero me encontré con un entrelazado de mitos, visiones e ideas que hay momentos en los que, por lo menos a mí, me costó asimilar tanta información. 

Como apasionada del arte (exagero ligeramente) tengo que decir que todo lo que se cuenta en el libro (esos detallitos que pasan desapercibidos para la gran mayoría de nosotros, entre los que me incluyo) llegado el momento saturan un poco, ya no sabes qué es real y qué no lo es.

El libro está narrado de forma personal, el autor cuenta su "experiencia" de joven entre los muros del Museo del Prado, donde se encuentra con un misterioso Maestro, como él lo acaba llamando, y al que parece que sólo él puede ver. El Maestro le explica las "pinturas proféticas" de la religión, de los Evangelios, y le da un giro a todo lo conocido hasta hoy.

Los cuadros que se tratan en el libro pertenecen a la época del Renacimiento (s.XV - s.XVI), por lo que se mencionan a artistas tan reconocidos como Leonardo Da Vinci, Tiziano, Rafael, el Greco, el Bosco... con obras como La Escuela de Atenas, La Gloria o Sueño de Felipe II, La Perla o la Última Cena de Juan de Juanes. De todos ellos destaca mi favorito, el retablo de El Jardín de las Delicias, de El Bosco, en el que me voy a apoyar para sintetizar el tema principal del libro.

Si miráis el retablo de izquierda a derecha, se entiende que de lo divino, poco a poco, pasamos al infierno que sería lo estamos viviendo hoy en día. Pues bien, en el libro se explica que el retablo está configurado de otra forma, es decir, que hay que "leerlo" de derecha a izquierda.

La idea principal es que del momento en el que vivimos hoy día, vamos a pasar a lo divino a través de la purificación. Esa es la idea que se tenía en aquél momento, y que compartían reyes como Felipe I y Felipe II. No hay que olvidar también la trama que envuelve a todas esas ideas, como libros ocultos e ideas secretas.


El libro te adentra en el mundo del arte, te cambia toda la visión de los cuadros, te enseña que hay una historia detrás de cada uno, un mensaje, un momento y un motivo.

Ahora voy a citar dos frases del libro:

"El arte sólo funciona cuando maravilla" el Maestro

"Cuando leemos un libro que nos conmueve entramos en un estado mental diferente. Es como entrar en otro mundo"  Javier Sierra

Sólo decir que ahora tengo ganas de volver al Museo del Prado, y más ganas aún de ir al Louvre en París!

miércoles, 3 de abril de 2013

El Maestro y el Escorpión

He visto esta historia por Facebook, y me he sentido bastante identificada :) Espero que os guste!

El Maestro y el Escorpión

El maestro oriental vio cómo un escorpión se estaba ahogando, y decidió sacarlo del agua, pero cuando lo hizo el escorpión lo picó. Por la reacción del dolor, el maestro lo soltó y el animal cayó al agua y de nuevo estaba ahogándose. El maestro intentó sacarlo otra vez y otra vez el alacrán lo picó. 

Alguien que había observado todo, se acercó al maestro y le dijo: 
-Perdone maestro, ¡¡pero es usted terco!! ¿no entiende que cada vez que intente sacarlo del agua, el  escorpión lo picará...?

El maestro respondió: 
-La naturaleza del escorpión es picar, él no va a cambiar su naturaleza y eso no va a hacer cambiar la mía, que es ayudar y servir.

Y entonces ayudándose de una hoja, el maestro sacó al escorpión del agua y le salvó la vida.

No cambies tu naturaleza si alguien te hace daño, sólo toma precauciones...




martes, 2 de abril de 2013

Reseteando

No pienses en la vida, en lo que te cuentan como algo literal, todo tiene una doble cara. Depende de ti la parte que elijas ver.

Bueno, tras unos días agitados, ya vuelvo poco a poco al relax, aunque sigo de viaje! 

Antes de nada quería contaros la sorpresa que hace 2 semanas llegó a mi casa. Bienvenido Stark! 


¿No es una monada? Tiene 2 meses y es una mezcla aunque mayoritariamente Spitz Japonés, y una bolita de pelo!!

Ahora voy a contaros un poco el viaje que estoy haciendo. Me encuentro en Valencia pasando unos días, una buena forma de desconectar :)

La verdad es que la ciudad me está sorprendiendo, es muy bonita y tiene muchos rincones curiosos. He paseado por el centro, visitado el Oceanogràfic, el Parque Gulliver y la zona del río, incluso paseo en barco por L'Albufera! Tengo que decir que nos están haciendo unos días maravillosos.

 Paseo en barco
 L'Oceanogràfic. Me encantan las belugas, de hecho me compré el minipeluche! ^^
 Nos encontramos esto paseando por la zona del río, me encantó y tuve que hacerle una foto. La de graffitis curiosos que te puedes encontrar por la ciudad, el otro que me gustó mucho también fue el de: "Mi novio es un imbécil", fue muy gracioso, hay que ver cómo se desahoga la gente jajajaja.
 El Palacio del Marqués de Dos Aguas
 Parque Gulliver, y tengo que reconocerlo, el tobogán no era muy alto... jajajaja
 Otra foto del paseo en barco
Ayuntamiento de Valencia

Bueno, más adelante espero publicar alguna cosa más sobre el viaje. Sólo decir que me está sorprendiendo gratamente :)

martes, 12 de marzo de 2013

Mi última escapada (Parte 3)

No hay más ciego que el que no quiere ver


Hoy terminaré de contar mi último viaje de 10 días por Europa. Ya sólo me queda la República Checa y Holanda. 

Día 31 de diciembre también conocido como Nochevieja: Tras haber descansado en un camping en la frontera entre Alemania y la Rep.Checa,  nos pusimos en marcha hacia Praga. Llegamos bastante pronto, y lo bueno es que el camping donde nos alojaríamos los próximos 3 días estaba justo en la ciudad y podíamos ir en tranvía hasta el centro. 

Nada más llegar a Praga, fuimos a visitar el barrio judío. Estaba lleno de esos puestecitos que me encantan :)


Después del barrio judío, seguimos dando una vuelta por la ciudad. Es muy bonita, pero más bonita es la parte de la Catedral a la que se llega fácilmente cruzando el famoso Puente Karluv (en la imagen), es el puente más viejo de Praga y ha sido escenario de muchas películas. 




Tras pasar el día paseando, por la noche aprovechamos el ambiente de la Nochevieja. Y, ¿queréis saber qué es lo que más me gustó de Praga? El Trdelník, jajajaja dulce típico que estoy deseando probar a hacer. ¡¡Qué bueno está!!


Después de un día tan duro, que hasta Leo nos pedía que lo subiésemos en brazos, decidimos irnos al camping y desde allí ver los fuegos artificiales y después, a dormir. 

Día 1 de enero de 2013. Comienza un año nuevo lleno de nuevas experiencias. No sabéis qué frío nos hizo! Este día vimos la parte antigua, más bonita. Y ahí tuvimos nuestra anécdota con el barro... jajajaja Subimos a una especie de mirador con la forma de Torre Eiffel desde donde se veía la ciudad. 


Tras pasar más frío que en cualquier sitio donde haya podido estar, nos fuimos al camping, ya despidiéndonos de Praga. 

Día 2 de enero. Aun estando en Praga, este día lo dedicamos a ver la República Checa. Visitamos Český Krumlov, pueblo Patrimonio de la Unesco, y el Campo de Concentración de Terezin. 

Este es Český Krumlov, la verdad es que es un pueblo precioso. Como una fortaleza que protege un pueblo rodeado por un foso. 


El Campo de Concentración de Terezin... es entrar allí y te dan escalofríos solo de pensar lo que han tenido que pasar los allí recluidos... Aquí tenéis una imagen de las celdas donde metían a cientos de personas.

 La cara de la siguiente foto dice: ¡¡Venga hazme la foto que está nevando y tengo frío!!

Después del Campo de Concentración nos fuimos de vuelta a Praga, con una sensación extraña en el cuerpo. 

Día 3. Día de vuelta a La Haya. Por el camino pasamos por un pueblo balneario, con un encanto peculiar y de estos típicos de las películas. En este pueblo podías encontrarte fuentes termales por la calle, y lo típico era comprar unas tazas estrechas y con una especie de pajita de cerámica incorporada para beber el agua que salía de las fuentes a 60º y con sabor a hierro... jajajaja. 


¿No parece de cuento? ^^

Tras pasar por el pueblo balneario, nos pusimos en marcha para llegar hasta La Haya. Yo no iba conduciendo, pero fue todo un palizón! Salir de la República Checa, cruzar Alemania hasta llegar a casa en La Haya. 

Día 4. Ya en La Haya, fue todo un gusto poder dormir en una cama, y estar bien a gusto en el sofá! Este día vimos Delf, donde me obligaron a sustituir mis botas semi-destrozadas por unas bambas (¡me las tuve que comprar!) bajo amenaza de no llevarme al aeropuerto jajajaja


 Tras estar en Delf nos fuimos a La Haya. Se nota el contraste entre en la misma ciudad, tan urbanita y tan coqueta. Ambas ciudades me encantan! Menos mal que allí puedo volver cuando quiera! 




Y aquí termina el viaje! Al día siguiente, el día 5, nos llevaron al aeropuerto para la vuelta a casa... Espero que os haya gustado mi resumen del viaje. Para mí... 
...Se acabó lo bueno! 

miércoles, 6 de marzo de 2013

La canción de nosotros



—¿Por qué se joden siempre las cosas? ¿En qué momento se joden para siempre?
-Mariano a Clara, La canción de nosotros

Os voy a poner un fragmento del libro que me estoy leyendo ahora. Lo empecé hace unos dos días, no es del estilo del que suelo leer, pero en un foro lo pintaban muy bien, así que me animé a empezarlo. De momento cuenta historias paralelas

El libro se titula La canción de nosotros, de Eduardo Galeano. Está escrita durante 1973 y 1974 y está dedicada a la ciudad de Montevideo. 

Mariano dice:
—Un buen día descubres con cuánta facilidad te pueden borrar. Te queman las cartas, los libros, las cosas tuyas. Te matan o te encierran o te obligan a irte. Un buen día te das la vuelta y descubres que ya no queda ninguna huella. Como si no hubieras existido nunca. Ahora, tengo nombre de otro.
El sol va enrollando las sombras y se las lleva. El lugar huele a madera húmeda y a café recién molido. Cuando llegue la noche, el olor a tabaco predominará.
—¿Por eso volviste? ¿Por eso me querías ver?
—Y vos, ¿no querías?
Él le mira el rostro, multiplicado por los espejos de los lambrises de madera. Parpadea y Clara está desnuda bajo el sobretodo de él, que le queda como una carpa, y lleva los zapatos de él, desabrochados, y camina por la casa, camina como Chaplin, y está bellísima.
Mariano sacude la cabeza:
—Hoy anduve toda la mañana buscando el café del griego. Pensé que se había mudado, que...
—Yo volví, algunas veces.
—¿Sola?
—¿Cómo?
—Pregunto si volviste sola.
Ella le pellizca el muslo y él pega un respingo.
—Claro que sola, bobo. Al mediodía, como antes. Volví aunque me daba miedo. Después, necesité ir y el café ya no estaba.
Clara vuelve el rostro. Arriba de los revestimientos de madera se retuercen unas molduras de yeso; más arriba hay un afiche de corridas de toros, descuajeringado y sucio de moscas. De golpe, Clara dice:
—No entiendo por qué volviste.
Y retira la mano. La mano de Mariano queda sola sobre la mesa, con la palma vuelta hacia arriba. Tiene la línea de la vida larga pero muy tajeada.
—No entiendo. Me habías dicho: “No nos vamos a ver más. Somos libres”. Yo me quedé muda mirándote la espalda y te perdiste en la esquina de la estación. ¿Qué esperabas? ¿Que corriera detrás tuya? ¿Que te llamara a gritos? ¿Para qué quería yo esa libertad que me regalabas? ¿Para qué la quería?

Mariano escuchaba los ecos de sus propios pasos y llevaba la cabeza vacía por dolorosa victoria de la voluntad, pero al llegar a la estación del ferrocarril se le metió por los oídos el estrépito de la máquina aproximándose y entonces supo que desde ahora le harían falta los navegantes misteriosos que tan a menudo se perdían, por puro gusto, en los desfiladeros de niebla de la memoria o la imaginación de esta muchacha. Trepó por los peldaños de fierro y supo que ella sería, desde ahora, una nuca entrevista en la muchedumbre o un perfil que se escapa, una voz adivinada entre otras voces. Que él se daría vuelta bruscamente y echaría a correr y tomaría a una mujer por el brazo: que se equivocaría siempre. Entró al vagón de pasajeros y se sentó en uno de los viejos asientos de paja de la época de los ingleses y supo que ella persistiría: escuchó el traqueteo de las ruedas sobre los rieles y supo que ella persistiría, persistirá: en verano, en los túneles de hojas, convertida en un sanantonio que te camina por el brazo, o en las noches de julio, llenando una silla vacía en la complicidad humosa de los cafés. Llegó a destino y se bajó, mareado, y seguía sabiendo que ella continuaría oliendo a sí misma en su memoria, deambulando desnuda por la región nochera de sus sueños: que ella sería, que será, una cicatriz que a veces hace cosquillas y a veces late y a veces arde y a veces duele. Y sintió la necesidad de volver y por lo menos decir: “Nunca, nada”. Por lo menos decir: “Como esto, nunca, nada”. Y no volvió.
—Clara.
—Sí.
—Yo.
Clara dibuja espirales de ceniza sobre la mesa de madera. A Mariano, la boca le niega saliva.
—Yo te extrañé mucho, ¿sabés? —dice Clara—. Y te odié mucho, o quise odiarte mucho, para que no me lastimaras. Quise verte cuando estabas preso, pero no había manera, y yo no tenía a quién preguntar. Y después... Después, me sentía como una bala perdida. Me despertaba llorando. No me gusta llorar. Cuando era chica, leía un libro para varones y había dos páginas que me hacían llorar. Cada vez que leía esas dos páginas, lloraba. Entonces las pegué, con goma. A mí no me gusta llorar.
Mariano se atraganta, carraspea, dice:
—Te mandé un mensaje. Dos. Un par de señales de humo. Te llamé.
—Mucho después —dice Clara.
—Sí.
—Mucho después y desde lejos.
—No me contestaste nunca —dice Mariano.
Clara se ríe, sin alegría. Enciende un cigarrillo. No le siente ningún gusto, aunque no está resfriada.
—Siempre decides todo por tu cuenta, ¿no? —dice.
Y dice:
—Yo sabía que iba a pasar el tiempo y nos íbamos a olvidar bastante o del todo.
Por un segundo, Mariano siente la tentación de contestar algo que sea brutal y definitivo, como para ayudar al jodido destino a cumplirse, pero se saca los anteojos, mordisquea la patilla y dice:
—No recurrí a vos. Renuncié a vos. Como en las novelas cursis del siglo pasado, ¿no? El enfermo sin salvación viene de ver al médico y dice a la mujer que quiere: ‘Ya no te quiero”.
Una arañita, minúscula, camina sobre la mesa; trepa a la mano de Clara, le tiende un puente de hilo entre los dedos. Clara busca los ojos de Mariano:
—Me habías dicho cosas horribles. Antes.
—No.
—Me habías acusado de necesitarte.
—No. No.
—Me habías dicho que...
Ella echa una bocanada, persigue una mosca con el humo.
—Tendrás mucho para contar —dice.
—Y vos.
—¿Yo? No mucho.
—Supongo que te habrán pasado cosas —dice, explora, pregunta Mariano—. En todo este tiempo...
—Me aguanté —contesta, elude, se encierra Clara—. No me morí en tu ausencia. Para mí era fácil, ¿no? ¿Te acordás? Me decías que yo tenía piel de tela impermeable y que todo me resbalaba y... Yo me quedé aquí. Me quedé. Un país en demolición. Esperando. Que se me cayera encima y me aplastara.
Clara escucha su propia voz resonándole bien adentro:
“No vas a llorar, Clara”, su propia voz: “No vas a llorar, no”, alzándola y aguantándola para que no tropiece y se caiga. Por los ojos no le sale nada. Por la boca tampoco. Aunque quizás le haría bien decir: “No me gusta estar sola. No estuve sola. No me gusta sufrir. Te borré. No te necesito”.
Mariano clava la vista en los tablones del piso de madera, en la mugre de varios días con sus noches, las manchas de alcohol o de café, los puchos apagados contra el polvo grasiento.
—Yo no quiero que nadie me espere —dice—. No quería.
—Para no sentirte obligado a esperar a nadie —dice Clara—. Por eso.
—Puede ser. No sé. Puede ser —dice Mariano, y dice—: No importa.
Las palmas de las manos de Clara forman un cáliz que le sostiene y le aprieta los músculos de la cara. Esta cara que parecía no cambiada. Si se pudiera, piensa Mariano, ser más fuerte que la pena y el olvido. No quiero empezar otra vez con aquellas guerrillas inútiles: me dijiste, te dije, no fue eso, sí fue, quise decir, no quise, sí quisiste, no. No quiero haberte lastimado nunca. No quiero defenderme. Si se pudiera decirte que en la prisión vos eras la única libertad que ellos no podían arrancarme. Si se pudiera verte todavía la alegría sacándote chispitas por los poros de la piel. ¿Sabes? Si se pudiera. Fue un asesinato. Ya sé. O no. El amor era un dios primitivo, me exigía sacrificios, se había muerto de hambre.
—Sigues sin decirme.
—¿Qué?
—Por qué volviste.
Mariano mira al techo. Decirte: me sentía ladrón. Decirte: estaba usando una libertad que no era mía. Y además, ¿por qué vuelve el animal salvaje a beber del agua de la cañada? Pero no dice nada.
—¿Quieres que te lo diga yo?
—No. No me hagas preguntas. No me gusta que me hagan preguntas.
—Ya lo sé. Te sientes como si te estuvieran mandando. Yo debería saberlo. Todavía vives defendiéndote. Como antes. Antes, también eso me gustaba. Pero yo cambié, Mariano. Yo cambié.

Mariano quisiera besarla o quisiera romperle la cara. En cambio, le dice: “Perdona”. Aprieta el vaso entre los dedos. La mira mirarse las uñas comidas; la mira mirarlo como si él fuera transparente y también quisiera que no hubiera pasado el tiempo y que no hubiera pasado nada. ¿Hasta qué edad se puede creer que la noche es una diosa peleadora y no el resultado de la rotación de la tierra? Enciende un cigarrillo: confirma que sigue mal del pulso. Pide más vino. Podría decir que ha vuelto para hacer algo por su pobre Tierra y por lo que le merece ser salvado; y eso sería verdad. Pero sería solamente una parte chiquita de la verdad.(...)

(...) Ahora yo no sé si vas a poder leer esta carta, pero igual siento como una necesidad de decirte que yo contigo he sido más feliz de lo que los libros dicen que se puede.


Bueno, hasta aquí un fragmento de un capítulo del libro, la verdad es que la historia es bonita, a mí me toca un poco la fibra sensible, para qué negarlo jajajaja. Espero que os guste a vosotros también :)

lunes, 4 de marzo de 2013

Para una persona especial

Disfruta de las pequeñas cosas, porque tal vez un día vuelvas la vida atrás y te des cuenta de que eran cosas grandes
Robert Brault


Hoy es el cumpleaños de una persona que es única en su especie. Es directa, sincera, borde, divertida, atenta, buena consejera y sobre todo, una gran amiga. Y me encanta.



¡¡FELICIDADES!!



Desde que nos conocimos en el instituto, hace ya 7 años, hemos vivido grandes momentos. 

Desde un domingo por la noche, a última hora, pedirle que me mande escaneado el libro de valenciano porque se me ha olvidado en clase (al revés en inglés); como tener que salirse de clase porque no se podía aguantar la risa tras la mirada de ¿asco? del profesor de valenciano hacia mí tras decir flubber en clase justo cuando todo el mundo se ha callado; nuestras malas (por decirlo en plan fino) notas paralelas en Historia y Filosofía en 2º; los... "encontronazos" con compañeros de clase; las conversaciones interminables en clase... (Istar, en serio, cómo aprobamos? jajajajaj). 

También nos hemos ido de viaje: Roma, Florencia, Siena, San Gimignano, Pisa, Londres, Cambridge, Ely, St. Ives... y en algún sitio más que habremos estado juntas! Y los que nos quedan! 
Así que... Gracias. 

Gracias por todo, por ser como eres, por estar ahí siempre. 

viernes, 1 de marzo de 2013

Mi última escapada (Parte 2)

Sólo un iluso lo intentaría. 
La verdad es que siempre he sido un iluso
Big Fish

Ayer estuve viendo la película, cada vez me gusta más. Preciosa. 

Bueno, vuelvo al viaje de 10 días por Europa! Nos quedamos por... el día 29, ¿verdad? 

Día 29: tras dormir en un camping en Génova (ya en Italia), nos cogimos la Priscila y emprendimos de nuevo el viaje. Génova la vimos de pasada por la autovía que por cierto cruza la ciudad en alto (bastante bastante feo...) No entiendo por qué, pudiendo ser una ciudad preciosa, se empeñan en descuidarla. Quisimos hacer una parada, pero el ambiente no era muy... acogedor. 


Así que en su lugar decidimos pasar por Milán. Una vez allí, fuimos directamente a ver Il Duomo, la catedral de Milán. Lo había estudiado en arte como una maravilla y no decepcionó! Eso sí, fue raro ver militares en la puerta... jajajaja.


Con la pulserita que nos permitía hacer fotos! Había que pagar 2 € por ella, menos mal que unos amables españoles nos la dejaron y suerte que tengo la muñeca fina y me cabía!


Una vez visitado Il Duomo, nos pusimos en marcha dirección al Lago di Como. ¡Qué bonito atardecer! Una pasada, pueblos a orillas del río y los Alpes nevados al fondo. De lo que más me gustó del viaje, los paisajes. 



En ese pueblo que veis ahí al fondo, estuve a punto de caerme al agua... Sí, no se me ocurrió otra cosa que comprobar cómo de fría estaba el agua. Por suerte no llegué a comprobarlo, eso sí, mi valiente Leo vino a rescatarme! En fin, que yo sé de alguien que diría: Made in Nurita... jajajajaja


Fijaos si nos gustó, que nos quedamos a dormir en un camping a orillas del lago. ¿Sabéis lo que es levantarse de buena mañana y ver esto?


Día 30: Partimos desde el Lago di Como dirección a Praga. Cruzamos los Alpes Italianos, Suizo, Austriacos y dormimos en Alemania. En este apartado, puede que me pase con las fotos... Pero es que es la parte que más me gustó del viaje, en serio. Y eso que nos hizo mucho frío, -10.5º.

Esta parte del viaje también tuvo sus momentos, como caídas en la nieve, Leo convertido en una oveja blanca y su posterior reuma, más caídas, peleas de bolas de nieve...







La siguiente foto corresponte a St. Moritz, la estación de esquí más famosa de Suiza, aunque sinceramente, me gustó más la de Seefield In Tirol en Austria (la imagen que va después de ésta)



Como ya se estaba haciendo de noche, decidimos llegar hasta casi la frontera entre Alemania y la República Checa. Dormimos en Alemania, pero no llegamos a visitar nada. Aún así, yo Munich ya lo conocía. 

Hasta aquí la segunda parte del viaje. ¡Espero que os gusten las fotos!